lunes, 23 de julio de 2007

La ciudad de los gatos

Los colectivos
El queso y dulce
Las milanesas
La quilmes
El malbec
Las librerias
Los teatros
La música
Los gatos de las estatuas

Pero también las distancias enormes, la gente, los días de invierno, y la sensación de que el tiempo se escurre entre la vereda y el colectivo y de que esta ciudad gigante me mueve a su antojo, de acá para allá. Buenos Aires no es una ciudad domesticable. Por eso, algunas tardes, la magua me invade, mientras Buenos Aires me visita. Incluso a pesar de la quilmes, las librerías, los teatros y los gatos. Incluso a pesar de Buenos Aires.